Hay veces en las que no nos fiamos de la conexión a Internet que estamos usando (por ejemplo, las redes WIFI gratuitas). En estos casos la solución es navegar a través de un túnel SSH con un servidor del que sí nos fiemos. Usaremos ese servidor como proxy y todas las peticiones web las hará nuestro servidor, no el router del que no nos fiamos.
Al hacerse las peticiones web desde ese otro servidor un efecto secundario es que si por ejemplo nuestro servidor está en EEUU podremos acceder a páginas que tienen bloqueado el acceso a países que no son EEUU.
Yo ahora mismo lo uso para poder subir ficheros a Amazon S3, por algún motivo que desconozco desde mi conexión de Movistar las subidas se quedan paradas. Usando como proxy un servidor externo funcionan perfectamente.
Montar esto es muy sencillo:
- Iniciamos el servidor SOCKS en el puerto 12345 (por ejemplo):
ssh -D 12345 usuario@servidorProxy
- Configuramos el navegador para que utilice como proxy el servidor SOCKS v5 en la dirección 127.0.0.1 y el puerto 12345.
Y ya está. Cuando hayamos terminado cerramos la sesión de SSH y volvemos a cambiar la configuración del navegador.
Nota: Google Chrome en Linux no permite cambiar la configuración del proxy mediante el interfaz, hay que indicarlo por línea de comandos:
/opt/google/chrome/chrome --proxy-server="socks5://127.0.0.1:12345"