Mi experiencia con un teclado ciego: Das Keyboard 4 Ultimate

Hace un par de meses me compré un teclado ciego (un teclado que no tiene símbolos en las teclas), el Das Keyboard 4 Ultimate, y voy a contar aquí mi experiencia con él por si le puede resultar útil a alguien.

Antes de nada, un poco de historia. Mi teclado anterior, un Corsair Vengeance K70, me dio bastantes problemas. Después de unos meses usándolo empezó a fallar, había teclas que aparecían dos veces al pulsarlas, otras que no aparecían al pulsarlas pero que aparecían después… un sindiós, vaya. Lo devolví a la tienda donde lo compré, PC Componentes, que tuvieron un comportamiento impecable: me enviaron una pegatina con el código para el transportista, lo vinieron a buscar a casa y en menos de una semana tenía el nuevo. No me pagan por hacerles publicidad, pero no puedo más que recomendar a todo el mundo que compre cualquier cacharrito con ellos, porque el precio es bueno pero el servicio es excelente.

Para mi sorpresa, el teclado nuevo volvió a dar los mismos problemas un par de meses después. Ya estaba un poco harto y le había cogido manía, así que decidí pasar de él y comprarme el mejor teclado mecánico que hubiera en el mundo.

Los únicos requisitos eran que fuera mecánico, con teclado numérico, que tuviera control de volumen y que no pareciera una nave espacial (hay teclados mecánicos que son la auténtica horridez, con colorines y lucecitas y  formas absurdas de nave espacial).

Después de mucho buscar y descartar todo apuntaba a Das Keyboard. El único problema era que no tenían distribución en español, solo distribuciones bárbaras como US, UK, NO y DE. Pero salvo eso lo tenía todo: cuerpo de aluminio negro precioso, sobrio, casi espartano, teclas multimedia ultradiscretas, hub de puertos USB 3.0 y una rosca para el volumen chulísima. Además de una reputación bastante unánime en todas las páginas que consulté como uno de los mejores teclados existentes, si no el mejor.

Es muy duro encontrar un teclado así y ver que no lo hay para tu idioma. Estaba yo rabiando y maldiciendo a los alemanes por lo bajo cuando vi el enlace a la versión sin símbolos, el Das Keyboard 4 Ultimate. Y entonces pensé: “Maldita sea, ¡esta es la solución, me compro este!”.

Pero después del arrebato inicial me puse a pensar un poco, porque igual era una insensatez gastarme 169 eurazos en un teclado que igual no podía usar. Las letras del alfabeto no eran problema, llevo escribiendo con teclados 30 años y aunque nunca estudié mecanografía escribo bastante rápido sin tener que mirar al teclado. Lo que me echaba para atrás eran los símbolos. Siendo programador uso constantemente símbolos como [] {} % & $ | etc. ¿Sería capaz de manejarme con un teclado ciego en un entorno de programación?

Así que hice la prueba. Me forcé durante una hora a programar sin mirar el teclado y pude comprobar que la memoria muscular de los dedos funcionaba perfectamente con todas las teclas, ya fueran letras o símbolos.

La memoria muscular es básicamente la automatización de movimientos basada en la repetición. Maravillas del cerebro humano: cuando realizas una misma operación muchas veces los músculos aprenden ese patrón y puedes realizarlo sin darte cuenta, sin pensar. En el caso del teclado, el movimiento que hace cada dedo para pulsar una tecla se acaba aprendiendo y se realiza de forma automática. No hace falta pensar dónde tienes que mover cada dedo, simplemente piensas en una palabra y los dedos se mueven “solos” para escribirla. Mientras escribo estas líneas ni siquiera sé qué dedo ha pulsado cada tecla, van ellos solos.

Animado con esta prueba me lancé y compré el teclado. Lo compré con los conmutadores Cherry MX Brown, para que no fuera demasiado ruidoso.

Al abrirlo lo primero que llama la atención es lo bonito que es. La superficie es de aluminio negro anodizado, es precioso. El logo de Das Keyboard va en un negro un poquito más intenso que el del panel, por lo que apenas se ve. Todo es negro salvo el bisel de la rosca del volumen, que es rojo y hace un contraste espectacular.

Cuando lo sacas de la caja notas lo pesado que es. Esto es bueno porque, como no es un periférico que haya que andar moviendo de un lado para otro, el peso le da estabilidad. El cable es largo, dos metros, más que suficiente.

A diferencia de otros teclados con puertos USB integrados, este teclado no tiene dos conectores USB, solamente uno. Es importante, eso sí, enchufarlo en un puerto USB 3.0 del ordenador, para que así cualquier pincho USB que conectemos en el teclado aproveche esa velocidad.

El sonido de las teclas es auténtico porno para los oídos. No es exagerado como aquellos IBM antiguos pero tiene ese clickety click mecánico que es tan gustoso. El tacto de las teclas es maravilloso y solo tiene un problema: que una vez que lo pruebes nunca más podrás escribir a gusto en un teclado que no sea mecánico.

Y ahora al tomate: ¿cómo es la vida diaria con un teclado ciego? Pues los dos o tres primeros días me sorprendía mirando al teclado para escribir algún símbolo, pese a que el dedo estaba pulsando la tecla correcta. Son hábitos producto de la costumbre, y desaparecen pronto, ya que al no haber ningún símbolo deja de tener sentido mirar al teclado. Los caracteres propios de la programación me salían solos, y solo de vez en cuando alguno se me atragantaba.

El único problema que he encontrado ha sido con las contraseñas. Quizá sea psicológico, pero al no ver en pantalla el resultado de la pulsación de las teclas me costaba un poco escribirlas. También influye el hecho de que al no ser palabras del castellano (porque vosotros tampoco usáis como contraseñas palabras del castellano ¿verdad? ¿Verdad?) quizá la memoria muscular no funciona tan bien. Pero en estos casos, y aunque parezca raro, lo que hago es mirar al teclado. No tiene símbolos, de acuerdo, pero de alguna forma el cerebro recuerda dónde está cada tecla y escribe la contraseña perfectamente. Misterios del cerebro.

Resumiendo: estoy feliz con este teclado, quiero casarme con él y darle un montón de bebés teclado todos ciegos. Lo recomiendo sin duda, pero con un aviso: al ser un teclado ciego cómpralo solamente si sabes mecanografía o no la sabes pero llevas tanto tiempo tecleando que eres capaz de escribir sin mirar al teclado. Si no, puedes esperar a ver si a los merluzos de Das Keyboard les da por sacar una distribución en español, que no entiendo por qué no la tienen, porque con la cantidad de personas en el mundo que la usan se harían de oro.